La industria Finthech y sus novedades legilativas

Durán-Sindreu expansión_noticias

El uso de los servicios digitales está tan generalizado que lo que nos parece inusual son los servicios sólo accesibles presencialmente. Y es que Internet ha revolucionado nuestra forma de consumir y de hacer negocios por parte de las empresas.

Ya no nos planteamos nuestro día a día sin la inmediatez y facilidad de este tipo de servicios, pero esta necesidad de innovación no puede ir en contra de las claves esenciales que deben primar en la prestación de cualquier servicio digital y más aún en la prestación de servicios financieros: la seguridad para el consumidor en la transacción y la transparencia de la plataforma que ofrece el servicio.

En el sector de los servicios financieros la seguridad es un valor insustituible y la industria de las Fintech está agitando tanto el mercado financiero haciéndolo más atractivo para el consumidor en cuanto a su inmediatez, reducción de costes y de procesos, como el sector legal con perspectivas de un nuevo marco normativo en curso, pero a remolque de la innovación tecnológica.

El sector fintech es uno de los que más está creciendo en España y lo seguirá haciendo en los próximos años. Sólo hay que ver el creciente uso de la tecnología contactless para realizar pagos a causa del Covid o su uso generalizado en las nuevas generaciones. Y es que las fintech acercan al consumidor servicios financieros tan diversos mediante el uso de tecnología.

Nos referimos a servicios financieros como la financiación participativa, las transferencias electrónicas a menor coste, las operaciones con criptomonedas, métodos de pago sin contacto, la asesoría financiera, o el otorgamiento de préstamos en línea, entre otros. Inclusive, en este último caso, ya viene siendo habitual que el sector alcance acuerdos con empresas retailers para la integración de este tipo de tecnología de forma que el consumidor pueda acceder a través de la relación de consumo a un crédito rápido.

No obstante, todo lo anterior no tiene sentido a la práctica ni para el consumidor ni para las empresas si no otorgamos plena seguridad jurídica en nuestras transacciones virtuales.

Para la regulación de las fintech podemos tener en mente las novedades que nos planteó en su día el Reglamento Europeo de Protección de datos (RGPD) dirigido a evitar el uso o transferencia no autorizado de los datos de los clientes, la Directiva para medios de pago online (PSD2) y su transposición al ordenamiento español destinada a garantizar una mayor seguridad en las transacciones online, la Ley Sandbox como marco jurídico para la transformación digital del sector financiero o el proyecto de Ley de Startups aprobado a finales del 2021 siendo el ámbito de las start up uno de los más relevantes en el crecimiento de los servicios financieros digitales.

No obstante, si bien las anteriores normas han sido pasos necesarios para la regulación de las fintech, no son suficientes para consolidar los aspectos legales que entran en juego en este sector. Por ello, desde Europa se está cocinando un nuevo marco jurídico común para establecer las reglas de funcionamiento en Internet, aplicable también a este tipo de industria.

El nuevo paquete de medidas va dirigido a los prestadores de servicios digitales, entre éstos, a aquellas plataformas en línea que prestan servicios a ciudadanos europeos. Este nuevo marco legal europeo que previsiblemente entrará en vigor este año 2022 para transformar el mercado digital está englobado esencialmente por la Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA) sin olvidarnos del Reglamento de Criptoactivos como propuesta europea aún en fase primaria de desarrollo o la propuesta del Reglamento sobre la Gobernanza de Datos para dotar de mayor confianza en el intercambio de datos.

En este escenario tan diverso y, mientras esperamos avances en el nuevo marco legal, tengamos en cuenta algunas de las claves legales esenciales en el desarrollo del sector fintech:

  • Deber de transparencia y de información: Garanticemos los derechos fundamentales del consumidor en un marco de transparencia y tratamiento legítimo de sus datos en las transacciones digitales estableciendo; además de una adecuada estrategia de ciberseguridad para garantizar la seguridad de las transacciones.
  • Uso de tecnología segura: En línea con lo anterior, la implementación de la tecnología Blockchain permite transacciones financieras más rápidas, pero sobre todo más seguras para evitar ciberataques, cada vez más asentados en el sector financiero digital. Este tipo de tecnología también nos ofrece la posibilidad de ofrecer transacciones más transparentes, no sólo para cumplir con el RGPD, sino para el cumplimiento de las obligaciones derivadas de otros marcos legales como sería la normativa de prevención del blanqueo de capitales.
  • Pagos seguros: La aplicación de la normativa de pagos on line (PSD2) supone el uso de nuevas formas de pago haciéndolas más seguras y garantizando el control total de los datos de los usuarios receptores del servicio resultando necesario en este punto analizar su interacción con el RGPD.

A la espera de cómo evolucionará este año y los siguientes la aprobación de este nuevo cóctel legislativo europeo, los objetivos deben pasar por impulsar la innovación y el crecimiento de las empresas digitales dentro de un mercado único y garantizar la confianza y seguridad de nuestro consumidor. Al final, es cuestión de equilibrio.

 

Más información: www.expansion.com

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